Desde hace por lo menos 10 años el sistema de cobro de cuotas volvió a implementarse en la zona de Tierra Caliente en Michoacán y principalmente en el Valle de Apatzingán, luego de que las guardias rurales desaparecieron institucionalmente, y se atomizarán los carteles de la Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios en el 2012.
Foto: Fernando Maldonado | El Sol de Morelia
Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, el fundador de Los Caballeros Templarios, después de su muerte en el 2014 dejó un legado de violencia extrema y se fragmentó en decenas de células delictivas que a su vez se alían por momentos con carteles más grandes para entrenarse, repartirse la plazas y enfrentarse entre ellos.
Pero la violencia, la extorsión y el secuestro en esta zona, no es un asunto nuevo.
Desde el año 2000 La Zeta lograron incrementar su alcance a regiones de alta producción económica, agraria e industrial en el estado, gracias a las negociaciones con líderes criminales de otros cárteles más fuertes.
Para el 2006 La Familia Michoacana se presentó en la escena pública y mediática con un suceso aterrorizador en un bar de Uruapan, donde abandonó en medio de la pista de baile seis cabezas humanas. Desde esa fecha, productora, empresarios y comerciantes de Uruapan fueron avisados, que ya no existiría “extorsión ni secuestro”, y se advertía que únicamente pedirían cuotas voluntarias para que pudieran contar con protección y seguridad.
La Familia Michoacana entonces llevó una campaña de miedo y de reclutamiento y encontró una ventana de oportunidad para incrementar sus ingresos por medio de un negocio que no tenía que ver con la fabricación de drogas.
Los empaques como las huertas de limón comenzaron a crecer a un ritmo acelerado y ya para 2010 se producían 432 mil toneladas y para 2022 la producción pasó a 856 mil 738 toneladas al año, provenientes principalmente de los municipios de Apatzingán, Buenavista, Parácuaro y parte de Múgica.
Entonces La Familia Michoacana comenzó a controlar los días de corte y riego, debido a que la gran parte de los empaques estaban bajo su yugo, pero los productores aún podían vender su producto con un costo bajo en zonas que no tenía injerencia el cartel, y accedieron a dejar un porcentaje “voluntario” para evitar agresiones.
La ruptura de los líderes de la Familia Michoacana llevó al surgimiento de Los Caballeros Templarios con base de operaciones en la zona de la Tierra Caliente, los productores de limón, papaya, jitomate y cualquier otro fruto tenían que pagar un porcentaje por cada kilo.
Ya para el 2011 los productores de limón pagaban 20 centavos por kilogramo de limón u hortalizas y realizaban tres días de corte, pero obtenían un castigo monetario o hasta la quema de vehículo a todo aquel productor que no acatara las reglas.
Fernando Maldonado | El Sol de Morelia
Si algún productor rompía las reglas por segunda ocasión o denunciaba los hechos, entonces pagaba con su vida o la de su familia el desacato.
En 2013, el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció que existía un aumento en el costo del producto de limón debido a una plaga de dragón amarillo, meses después tuvo que aceptar que existía un grave problema de inseguridad y que no había una plaga, en los municipios que se levantaron en armas como Tepalcatepec y Buenavista, este último principal productor de limón en Michoacán.
El estado de Michoacán era gobernado por el PRI cuando en 2013 y cansados de las extorsiones y el control de su trabajo, cortadores salieron de sus comunidades para encontrarse con el secretario de gobierno, Jesús Reyna García, en la localidad de Cuatro Caminos, en el municipio de Múgica, pero no fueron recibidos ni escuchados y a su regreso a Múgica, terminaron fueron masacrados en un supuesto fuego cruzado 14 limoneros.
Para 2014 fue anunciado un Plan Rescate Michoacán con una bolsa de 45 mil millones de pesos, de los cuales Sagarpa aumentaría dos mil 500 millones más y destinó tres mil millones de pesos más en apoyos a los productores afectados por el crimen organizado.
Fernando Maldonado | El Sol de Morelia
Entre el 2015 y 2016 se crearon grupos de autodefensa legales que operaron de la mano de las fuerzas federales y el gobierno estatal, pero que inmediatamente fueron infiltrados por células delictivas armadas que utilizaban como brazo armado y de venganza al cartel de Los H3 y Los Viagras.
La desaparición de los grupos de autodefensas dio pie a los surgimientos de las policías rurales, que posteriormente fueron desmoronadas por el propio gobierno federal, pero que abrieron el camino a decenas de células delictivas integradas por ex autodefensas, ex sicarios y jóvenes de la zona que obtenían con facilidad armas clandestinas y se ponían al servicio de carteles más grandes.
A la fecha se tienen identificadas por lo menos 24 células delictivas que operan en grupos armados, con drones y tecnología en la zona de la Tierra Caliente y que son liderados por capos del crimen organizado que a su vez fueron lugartenientes de carteles más grandes con incidencia en todo el país.
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Esta semana que recién termina, los agricultores, productores y procesadores de limón y otros cultivos, tuvieron que aumentar el precio de venta al distribuidor en un 30 y hasta un 100 por ciento para pagar la cuota que los grupos del crimen organizado les han impuesto.
Además, no solo el limón se ha visto afectado con el “impuesto criminal” que comenzaron a cobrarles los delincuentes desde hace dos semanas, sino que también otros cultivos como el mango, la papaya y el jitomate se han visto afectados.
Cortesía | Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA)
Los agricultores de la región tienen que pagar impuesto por todo: porque les dejen sembrar, regar, cortar y distribuir, en un asunto que se ha normalizado en algunos lugares como Nueva Italia y que encarece el precio final con que llega al consumidor, reconocen los productores.
Uno de los productores de la región de Nueva Italia confirmó que, desde hace más de un año, los agricultores de papaya, mango y jitomate pagan al narco el permiso “hasta por regar los cultivos”.
Y explica: “Antes nos cobraban 230 pesos por hectárea, ahora nos cobran 450 por ciclo, es decir lo doble, y en el caso de la papaya, nada más por avisar que vas a plantar son tres mil pesos por hectárea, en el caso que seas de Nueva Italia, pero si eres de fuera (de otro municipio) tienes que pagarle (a ellos) hasta cinco mil pesos para que te autoricen plantar”.
“Si dices que vas plantar una parcela, por ejemplo de 10 hectáreas son 50 mil pesos; antes eran 400 pesos por hectárea, pero ahora son mil por hectárea para riego por un plazo de seis meses, que es lo que dura la cosecha y también te quitan un peso por cada kilo de papaya, mango o jitomate”, señala el agricultor.
Y advierte: “ en Apatzingán van a querer hacer lo mismo, porque ya vieron que es negocio, que la gente se esfuerza y puede; siempre ha sido negocio”.
Los limoneros del municipio de Buenavista que han comenzado a trabajar desde el pasado martes señalan que el precio del kilogramo se ha elevado de ocho a 16 pesos a la venta que a su vez provoca que se eleve el precio al doble en el mercado (de 16 a 32 pesos por kilo) hasta que llega al consumidor final.
En la región de Apatzingán y en la capital michoacana del estado el precio del limón ha pasado esta semana de 12 pesos a 30 y hasta 48 pesos.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, explicó en entrevista este jueves que el aumento del precio del limón del tipo mexicano no es por las amenazas del crimen organizado y destacó que el incremento “se debe a la oferta y demanda del producto”.
El mandatario apuntó que el encarecimiento es porque “en este momento no es temporada alta del corte del limón” y que el que se está distribuyendo, sobre todo en el mercado nacional, “es el limón persa que proviene del estado de Veracruz”.
Al cierre de esta edición la SSP anunció en un comunicado de prensa que había implementado operativos de vigilancia en la zona de Tierra Caliente y como medida de producción para los agricultores y cortadores del Valle de Apatzingán, justo el día en que fue quemado intencionalmente un segundo camión carguero de limón, que no reportó más que daños materiales.