La inteligencia artificial (IA) generativa tiene el potencial de convertirse en un motor económico global, por lo que es necesario que las empresas de todas las industrias evalúen cómo capturar parte de ese valor.
Un estudio de la consultora McKinsey estimó, tras analizar 63 casos de uso, que esta tecnología podría agregar entre 2.6 billones y 4.4 billones de dólares en valor a la economía global, lo que aumentaría el impacto de toda la inteligencia artificial entre un 15 y un 40 por ciento.
También prevé que 75% del valor que los casos de uso de IA generativa podrían generar se concentran en cuatro áreas, es decir, operaciones de clientes, marketing y ventas, ingeniería de software e investigación y desarrollo.
Mientras que la banca, la alta tecnología y las ciencias de la vida se encuentran entre las industrias que podrían ver el mayor impacto como porcentaje de sus ingresos gracias a la IA generativa.
Por su parte, Paul Donovan, economista en jefe de UBS, consideró que las implicaciones de la IA para el crecimiento económico y su impacto en el crecimiento del Producto Interno Bruto son inciertas, sin embargo, es cierto que esta tecnología debería mejorar significativamente la productividad.
En el reporte TechGPT: IA generativa y sus implicaciones macroeconómicas, destacó que aprovechar este escenario requiere que las empresas replanteen sus modelos de negocio.
El experto de UBS prevé que la inteligencia artificial provoque disrupciones en la economía y cree tensiones. Por ejemplo, algunos empleos se volverán más valiosos, mientras que otros quedarán obsoletos generando un mundo más polarizado.