El corresponsal del periódico La Jornada en Nayarit, Luis Martín Sánchez Iñiguez, fue hallado este sábado sin vida en el poblado de Huachines, cercano a la localidad de El Ahuacate, en el municipio de Tepic, informó el diario citando fuentes ministeriales.
Sánchez Iñiguez, de 59 años, se encontraba desaparecido desde el pasado miércoles.
Organizaciones de defensa de la libertad de expresión apuntaron que el corresponsal sería el cuarto periodista asesinado en lo que va de 2023 si se confirma que el hecho ocurrió por su labor.
El diario reportó que la ausencia del periodista fue reportada por su esposa, Cecilia López, en la Fiscalía General del Estado (FGE) la tarde del viernes, y la denuncia señalaba que personas desconocidas se llevaron a Luis Martín de su domicilio, junto con su computadora, su celular, y un disco duro.
La Jornada apuntó que hasta el momento la FGE “no ha emitido información del hecho”.
La organización Artículo 19 informó previamente que había documentado la desaparición de Sánchez Íñiguez, según información publicada por el medio, y que se desconocía su paradero desde la noche del pasado miércoles 5 de julio.
Señaló que la información publicada da cuenta que no se encontraban en el domicilio del periodista “algunos materiales de trabajo como su computadora, su celular, un disco duro, así como su acreditación del medio”.
Además, exigió a la fiscalía de Nayarit atender a la familia de Luis Martín y coordinarse con la Fiscalía General de la República (FGR) “para investigar acorde al Protocolo Homologado de Investigación de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión”.
En tanto, periodistas del estado de Nayarit emitieron un comunicado en el que señalaron que “en las últimas horas se dio a conocer la desaparición de tres personas relacionadas con medios de comunicación en Nayarit”.
Las situaciones, apuntaron, ocurrieron en momentos distintos durante la presente semana, y se desarrollaron entre sucesos violentos.
Ante ello exigieron al gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro; al presidente Andrés Manuel López Obrador; a la alcaldesa de Tepic, Geraldine Ponce, así como a la fiscalía estatal y a la FGR que “agoten todas las líneas de investigación sobre los tres casos, que puedan relacionar su ejercicio periodístico con su sustracción”.
“Estas desapariciones violentas no sólo afectan gravemente a las tres personas involucradas, sino a sus familias, al gremio y a la sociedad en general, porque se tratan de acciones violentas que trastocan la paz pública y ponen de manifiesto el peligro que corremos todas las personas en cualquier momento”, apuntaron.
El pasado 23 de mayo, el periodista y exfuncionario municipal Marco Aurelio Ramírez Hernández fue asesinado a tiros en la ciudad de Tehuacán, Puebla.
Antes, el 11 de mayo, el periodista Gerardo Torres Rentería fue asesinado a balazos en el balneario de Acapulco, en Guerrero.
Mientras que el pasado 12 de febrero, el periodista y activista de derechos humanos y ambientalista Abisaí Pérez Romero fue asesinado en Tula, en Hidalgo.
En 2022, México se apuntó como el “país en paz” más peligroso para la prensa, al concentrar el 20% de los asesinatos de periodistas en el mundo, con 13 casos, según la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
De acuerdo con la organización Artículo 19, un total de 157 periodistas han sido asesinados en México desde 2000 en posible relación con su labor.
De estos, 47 se registraron durante el mandato anterior del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y 37 durante el actual mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el poder el 1 de diciembre de 2018