Conmoción en la ciudad de Buffalo (Nueva York) por el brutal tiroteo junto a un supermercado. El asesino lo transmitió en directo vía Twitch y Discord.
Las redes sociales son una herramienta fascinante, que nos ayudan a darnos a conocer, informar, relacionarlos con otras personas e incluso a generar ingresos como en cualquier trabajo.
Tristemente, pueden ser un arma de doble filo en las manos equivocadas. El ejemplo lo encontramos en un brutal tiroteo ocurrido en la ciudad de Buffalo (Nueva York), durante el pasado fin de semana.
El agresor, un reconocido supremacista blanco, ha pasado a disposición judicial por asesinar a 10 personas y herir a otras tres. Para rizar el rizo, transmitió el ataque en directo vía Twitch y Discord con sus seguidores.
La Justicia está investigando cómo el joven de 18 años pudo organizar el ataque, eludiendo todas las normas de publicación existentes en Discord. La emisión estuvo en el aire durante unos pocos minutos.
Al parecer, y según la investigación pertinente, el joven planificó el ataque en un servidor privado de Discord. Acto seguido, retransmitió en directo el tiroteo vía Twitch hasta que fue detenido por las autoridades.
Esto ha puesto en duda las medidas de seguridad de redes como Twitch o Discord, motivo por el cual ambas plataformas están siendo investigadas.
De hecho, Twitch ha emitido un comunicado oficial (vía CNN) en el que asegura que eliminaron la transmisión en menos de dos minutos, luego de detectar actividad sospechosa en sus servidores.
”Twitch tiene una política de tolerancia cero contra la violencia de cualquier tipo y trabaja rápidamente para responder a todos los incidentes”.
En cuanto a Discord, la plataforma también se ha pronunciado sobre el hecho y aseguran que han suspendido la cuenta del agresor. Sin duda, esto abrirá un nuevo debate sobre el uso de las redes sociales en actividades delictivas.
”Extendemos nuestras más profundas condolencias a las víctimas y sus familias, y haremos todo lo posible para ayudar a las fuerzas del orden público en la investigación”.
No es la primera vez que un acto tan deleznable es transmitido en redes. En el pasado, ejemplos como los asesinatos de más de 50 personas en Christchurch, Nueva Zelanda o el asalto a una sinagoga alemana demuestran que nos queda mucho por avanzar.