Durante esta ola de calor, las fuertes temperaturas registradas a lo largo del día también afectan el calor que podemos sentir en la noche, lo cual puede deteriorar la calidad de sueño que tenemos, por lo que algunas personas optan por dejar encendido el ventilador toda la noche, y de esta manera, tratar de tener un mejor descanso.
Pero el viento de este aparato eléctrico podría traer más consecuencias negativas que positivas, pues además de poder afectar la tarifa de electricidad que un hogar paga, quien recibe el aire de un ventilador la noche entera generalmente somete a su cuerpo a condiciones ambientales que provocan un desequilibrio en su sistema.
Debido a que el ventilador sólo hace circular el aire, este no recibe la humedad necesaria para que nuestro sistema respiratorio se humecte de manera natural, el incluso, puede resecar la sinus, ante lo cual el cuerpo comienza a generar una cantidad anormal de mucosa para forzar su correcto funcionamiento.
Esto puede provocar que las bacterias se acumulen de manera inusual y, por consiguiente, provocar una irritación que podría escalar a una infección, además que genera molestia y problemas para descansar bien debido a la obstrucción de la respiración y el goteo hacia la garganta o nariz.
Pero esta situación puede ser contrarrestada por un humidificador, el cual constantemente rocía pequeñas partículas de agua cuando detecta poca humedad en el aire de una habitación, y de esta manera, el aparato respiratorio puede funcionar de mejor manera.
¿Pasa lo mismo con el aire acondicionado?
Por lo general, los aires acondicionados actuales tienen la capacidad de controlar la humedad del ambiente, lo cual significa que pueden hacer más húmeda una habitación que así lo requiera, al mismo tiempo que la reducen en climas húmedos, a diferencia de los ventiladores, los cuales solo hacen circular el aire.