Se han registrado al menos 22 avistamientos de orcas en el Estrecho de Gibraltar en lo que va de junio, y 12 de estos implicaron ataques a embarcaciones, según recoge el portal sin fines de lucro orcas.pt.
Esto ocurre luego de que la orca Gladis Lamari se convirtiera en tendencia mundial por sabotear varios yates entre España y Marruecos, esto porque, según científicos, previamente había sido víctima de pescadores ilegales que intentaban casarla.
Y es que Gladis sería la matriarca de unas 15 orcas emparentadas e identificadas que han interactuado con barcos, puesto que habrían aprendido el comportamiento agresivo, según recoge el sitio web del Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica (GTOA).
De hecho, el fundador de orcas.pt, Rui Alves, explicó en entrevista con la Public Broadcasting Service que “estamos teniendo un incidente cada día en promedio, hay días en los que tenemos dos o tres”.
Ante este fenómeno, las autoridades españolas sugirieron a los marineros navegar a motor en vez de vela en caso de producirse una interacción, así como evitar acercarse a los bordes y no detener la embarcación, sino dirigirla hacia aguas poco profundas hasta que las orcas pierdan el interés.
Adicionalmente, y siempre que no suponga un peligro para los tripulantes o el animal, exhortaron a tomar fotografías de los ejemplares de orca para tener un mejor registro e identificación de estos animales.
Orcas tendrían “resentimiento”, afirman ambientalistas
Por su parte, la presidenta de la organización medioambientalista Agrupación Voluntarios de Trafalgar, María Dolores Iglesias, cree que Gladis murió y que a ella y sus descendientes les mueve el resentimiento.
Iglesias sostiene que hay “una orca que es nieta de Gladis”, en cuyos ataques se percibe “furia”.
Además, según José Luis García Varas, responsable del programa de océanos de WWF España, las orcas “son familiares, son grupales, son muy inteligentes y tienen un elemento de transmisión oral del conocimiento”.