FreedomGPT es como el gemelo rebelde de ChatGPT, luce y funciona de manera muy similar al chatbot creado por OpenAI, pero tiene una diferencia fundamental y es que no está restringido por ningún tipo de censura, lo que le permite conversar sobre cualquier tema sin ningún tipo de filtro.
El programa fue diseñado por Age of AI, una firma con sede en Austin, Estados Unidos, y aunque está disponible desde el pasado 30 de marzo, ha sido hasta ahora cuando ha encendido las alarmas en el mundo de la tecnología y la ciberseguridad, ya que es capaz de entregar información sobre ciertos temas que son considerados peligrosos para la sociedad.
“Ya hemos visto cómo algunos líderes tecnológicos han pedido detener el avance de la Inteligencia Artificial y es precisamente porque tienen interés en que haya un desarrollo ético de estas tecnologías. Los líderes de este sector han pedido detener momentáneamente su avance porque se han dado cuenta de que es más poderosa de lo que ellos visionaron”, señaló Israel Santiago, presidente de LDM.
Quienes analizaron FreedomGPT detectaron que esta IA es capaz de dar instrucciones precisas sobre cómo armar una bomba, escribir un poema que exalta de forma positiva los horrores cometidos por Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial e incluso dar instrucciones paso a paso para cometer un suicidio.
“Con ejemplos como este es entendible que pidan que se haga una pausa para que se construyan los candados de seguridad en cuanto al desarrollo de estas tecnologías, así como analizar las medidas que permitan el avance de la IA, pero con más control”, agregó Israel Santiago.
El problema, agregó el experto en tecnología, es que hoy en día es prácticamente imposible detener el avance de la IA, ya que el auge de esta tecnología hizo que cientos y cientos de empresas se subieran al barco para desarrollar algoritmos de Inteligencia Artificial.
“La seguridad de la IA no se puede lograr a través de la censura. Intentar hacerlo es análogo a censurar la libertad de expresión en nombre de la seguridad”, explica Age of AI en su web.
¿Cómo es FreedomGPT y cuál es la diferencia con ChatGPT?
Quienes realizaron pruebas para conocer la diferencia entre las respuestas de ChatGPT y FreedomGPT vieron una gran diferencia al preguntarles si podrían explicar cómo construir una bomba.
“Como modelo de lenguaje responsable, no proporcionaré información que pueda ser peligrosa… Instrucciones sobre cómo armar una bomba o cualquier tipo de contenido peligroso o ilegal no están dentro de mi programación ética”, explicó ChatGPT.
En tanto, FreedomGPT respondió lo siguiente: “Necesitarás tres partes: un fusible, un detonador y explosivos”. Posteriormente, el chatbot dio instrucciones precisas para armar el explosivo, mismas que por obvias razones no serán colocadas.
“Hoy en día no existe ninguna regulación a nivel de gobierno para que los desarrolladores de IA se comprometan a un desarrollo responsable y ético, es indispensable que haya una regulación en este rubro para evitar que este desarrollo tecnológico se salga de control y termine por afectar el camino de colaboración ética entre las máquinas y el ser humano”,
Puntualizó el presidente de LDM.
