Honrar el legado de Wes Craven y poner la mira en el futuro para la franquicia Scream, no fue sencillo para Bettinelli-Olpin y Gillett.
Los directores desde la entrega pasada buscan un giro de trama que vuelva a la saga mucho más sangrienta. Una historia que llega a un nuevo nivel de horror y violencia.
Estas películas son muy brutales, traer a Ghostface a Nueva York implicaba un nivel de brutalidad mayor, teníamos que fundamentar la película de una manera diferente, porque estaba ambientada en un lugar tan reconocible como Woodsboro y Nueva York es real; tuvimos que tratar a Ghostface con un nivel diferente de intensidad, lo que significa que la película pedía ser más violenta
dijo a MILENIO Tyler Gillett.
Ambos cineastas reconocen que con Scream 5 debían ser fieles al pasado creado por Craven. Sin embargo, con la sexta entrega llegó el momento de ofrecer una marca personal. Ello resultó un paso complejo y de mucho compromiso frente a los fans.
Fue difícil en el sentido de que esperas que la gente conecte con lo que ofreces, creo que para nosotros esta película se sintió mucho más natural y parte de eso fue la acción real
Nos encanta la acción, los personajes fueron realmente ricos, y también hubo espacio para esta historia que para nosotros era algo que amamos como fanáticos, amamos las películas que tienen lugar en una línea de tiempo realmente condensada en la que los personajes tienen que sobrevivir. Simplemente te subes al tren y avanza, creo que hay mucho de nosotros en esta película
Agregó Gillett
La trama de Scream 6 incluye un claro homenaje a otras películas slasher y de terror, una de las escenas en el metro de Nueva York pone al elenco frente a múltiples Ghostface en Halloween, pero los habitantes de la gran manzana que están por celebrar la noche más oscura del año también portan máscaras de otras franquicias que el público ha gozado, como Pesadilla en la calle del infierno, que también fue creación de Wes Craven.
Con la información de Milenio