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¿Qué se conoce sobre el vertido tóxico tras el descarrilamiento de un tren en Ohio?

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Un tren se salió de las vías el pasado 3 de febrero en un área entre Ohio y Pensilvania. Cincuenta de sus 150 vagones quedaron destrozados y algunos se consumieron en un incendio colosal. Diez de ellos trasladaban sustancias tóxicas, y un reportero que investigaba el hecho fue detenido brevemente. ¿Qué hay detrás de este accidente y cómo se relaciona con los recientes avistamientos de objetos voladores sin identificar? 

El alcance medioambiental del percance todavía está por determinarse, así como las implicaciones legales y las consecuencias sanitarias para East Palestine, el pueblo de 5.000 habitantes donde se produjo el volcamiento. Hasta el momento, son más las preguntas que las certezas en torno al caso.

Los vagones accidentados transportaban cloruro de vinilo, un gas que se usa como precursor del plástico, y es altamente inflamable. La exposición a esta sustancia está relacionada con diferentes tipos de cáncer, principalmente de hígado. 

Ante la imposibilidad de recogerla, se procedió a una quema controlada, que obligó a la evacuación de East Palestine, aunque una semana después los residentes estaban de vuelta en el pueblo sin que se hubiera determinado con exactitud el riesgo que suponía la nube de humo procedente de la incineración.

Lynn Goldman, decana de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Washington, advirtió que las partículas invisibles de este gas que persisten en el ambiente son más peligrosas que los vapores resultantes de su quema.

“Hasta que no se haya realizado una evaluación exhaustiva, el hollín y cualquier otro material, en mi opinión, deben tratarse como contaminados con cloruro de vinilo y/o dioxinas u otros contaminantes hasta que se demuestre lo contrario”, afirmó.

Otros vagones trasladaban líquidos combustibles, acrilato de butilo y residuos de benceno. Muchas de estas sustancias pudieron haberse filtrado hacia cursos fluviales cercanos, pero la Agencia de Protección Ambiental (EPA) declaró que los marcadores de contaminación no arrojaban niveles preocupantes.

Un residente de East Palestine observa la columna de humo resultante de la detonación controlada de la carga de cloruro de vinilo almacenada en unos de los vagones del tren de Norfolk Southern descarrilado en una vía entre Ohio y Pensilvania, 6 de febrero de 2023 © AP/Gene J. Puskar

¿Por qué fue arrestado el periodista que investigaba el descarrilamiento?

Mientras las agencias y dependencias involucradas trataban de traer calma en torno a la situación, la detención de un periodista que asistió a la escuela primaria de East Palestine para cubrir una conferencia de prensa del gobernador de Ohio lograba el efecto contrario.

Evan Lambert, corresponsal del medio ‘NewsNation’, fue esposado y retenido por cinco horas por la policía local el 8 de febrero, y podría enfrentar cargos criminales por conducta desordenada y allanamiento criminal.

El gobernador Mike DeWine aseguró que no había autorizado el arresto, y que ni siquiera se había enterado del hecho, pues un grupo de cámaras le obstaculizaba la visión del área del gimnasio donde ocurrió.

Según la policía local, la detención se produjo debido a que el periodista se rehusaba a atender las órdenes de la Guardia Nacional de Ohio de abandonar el lugar.

Leyes para evitar la paralización pudieron dar lugar al desastre

La operadora del tren accidentado, Norfolk Southern, es una de las principales compañías ferroviarias de Estados Unidos. Como todas las que funcionan en el país, estuvo amenazada por la perspectiva de una huelga general que hubiera paralizado la economía estadounidense. El paro fue conjurado por una ley que el Congreso aprobó en dos días a principios de diciembre, aunque la misma fue rechazada por cuatro de los 12 sindicatos que reclamaban mejoras laborales.

‘The Lever’, un medio sustentado por las contribuciones de sus lectores, tuvo acceso a documentos que probaban que varias empresas, entre ellas Norfolk Southern, habían hecho lobby para bloquear una norma federal de seguridad, que buscaba actualizar sistemas de frenado que datan de los tiempos de la Guerra Civil. 

De esta forma evitaron la carga presupuestaria que esa regla hubiera supuesto, pero un informe de la Junta de Seguridad del Transporte Nacional identificó un problema mecánico como causante de la tragedia. La falla fue detectada en el eje de los vagones, pero se desconoce si pudo haberse evitado con la entrada en vigencia de la norma frustrada.

Ahora, Norfolk Southern enfrenta una demanda federal interpuesta por residentes que exigen que la operadora se comprometa a costear monitoreos de salud en los dos estados afectados.

Pero las consecuencias podrían ir mucho más allá de Ohio y Pensilvania. La empresa de servicios de agua de Virginia Occidental anunció una optimización de sus métodos de tratamiento para la toma que proviene del río Ohio, a fin de asegurar que su consumo es seguro para la población.

Los sindicatos de la industria ferroviaria han mostrado su preocupación de que los recortes generalizados de empleos estén dejando desprotegidas áreas de seguridad, con menos personal del necesario.

¿La respuesta está en el cielo o en la tierra?

En redes sociales, muchos usuarios se preguntan si se está recibiendo toda la información necesaria sobre lo que algunos califican de un “Chernobyl químico”, y políticos han comenzado a relacionar con esta tragedia los recientes avistamientos y derribos de objetos voladores no identificados en el espacio aéreo estadounidense, que según ellos estarían siendo usados como una forma de distracción.

Una de ellas es la representante por Georgia Marjorie Taylor Greene, una militante de extrema derecha conocida por su difusión de teorías de conspiración, quien recientemente tuiteó: “East Palestine, Ohio, está atravesando un desastre ecológico porque las autoridades hicieron estallar los vagones descarrilados del tren que transportaba productos químicos peligrosos y la prensa está siendo arrestada por tratar de contar la historia.¡Oh, pero los ovnis! ¿Qué está pasando?”.

Las declaraciones del general Glen D. VanHerck, jefe del Comando Norte de la Fuerza Aérea estadounidense, quien no descartó la hipótesis de un origen extraterrestre de estos objetos, han dado pie a toda clase de delirios y especulaciones, así como la tardanza del Pentágono en revelar el primer avistamiento.

Con AP