El 12 de diciembre de 2021, México despertó con la noticia del fallecimiento de Vicente Fernández, uno de los máximos exponentes de la música ranchera. El “Charro de Huentitán” partió a los 81 años tras una dura lucha por su salud, marcando una fecha que coincidió con el Día de la Virgen de Guadalupe, un símbolo profundamente arraigado en la cultura mexicana. Su muerte dejó un vacío en millones de corazones y cerró el capítulo de una leyenda que trascendió fronteras.
Durante meses, los seguidores de Vicente Fernández siguieron de cerca los informes sobre su estado de salud, que se complicó tras una fuerte caída en su rancho en Guadalajara. Aunque su familia mantuvo la esperanza, el deterioro de su condición física se volvió inevitable, llevando al desenlace que entristeció al país entero.
La caída que marcó el inicio de su lucha
En agosto de 2021, Vicente Fernández sufrió una caída en su rancho “Los Tres Potrillos”, que le provocó lesiones cervicales severas y un traumatismo raquimedular a nivel de la columna. Esto lo llevó a ser ingresado al hospital Country 2000, donde fue sometido a una cirugía de emergencia. A pesar de los esfuerzos médicos, el cantante comenzó a enfrentar complicaciones adicionales que pusieron en jaque su recuperación.
La cirugía fue apenas el comienzo de una batalla cuesta arriba. Posteriormente, Vicente tuvo que ser sometido a una traqueostomía para facilitar su respiración y a una gastrostomía para su alimentación. La familia Fernández, siempre transparente con los fanáticos, emitió comunicados a través de las redes sociales del cantante, los cuales, detallaban cada paso de su recuperación, aunque con un tono reservado que reflejaba la gravedad de su estado de salud.
Además de las secuelas de la caída, a Vicente Fernández se le diagnosticó el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune que ataca el sistema nervioso y puede causar parálisis. Este diagnóstico, aunque independiente de su lesión inicial, complicó aún más su estado de salud. El intérprete presentó debilidad muscular severa que limitaba su movilidad, haciendo su rehabilitación más desafiante.
A lo largo de su estancia en el hospital, surgieron rumores de que también habría contraído COVID-19. Aunque nunca se confirmó oficialmente, se sabe que dependió de un respirador artificial durante la mayor parte de su tratamiento. Estas complicaciones hicieron evidente que su cuerpo estaba librando una batalla contra múltiples frentes.
El desgarrador adiós del Charro de Huentitán
El 11 de diciembre, las alarmas se encendieron cuando los reporteros afuera del hospital observaron la llegada de los familiares de Vicente Fernández, muchos vestidos de negro. La escena fue un presagio de lo que ocurriría horas después. Alejandro Fernández, quien esa misma noche ofrecía un concierto en el Auditorio Nacional, rompió en llanto al interpretar las canciones de su padre, dejando entrever la inminente partida del “Charro de Huentitán”.
Finalmente, a las 6:15 de la mañana del 12 de diciembre, la familia Fernández confirmó el fallecimiento de Vicente. En un comunicado, agradecieron las muestras de apoyo recibidas durante meses y dieron detalles sobre los preparativos para el último adiós a la leyenda de la música ranchera.
El homenaje a Vicente Fernández fue un evento multitudinario lleno de emociones. Miles de personas se reunieron para despedirse del ídolo que marcó sus vidas con su música y carisma. Su legado no solo pertenece a su familia, sino a todo un país que lo considera parte de su historia cultural.
El legado de Vicente Fernández
La muerte de Vicente Fernández marcó el fin de una era en la música mexicana, pero su legado sigue vivo a través de su extensa discografía y las generaciones que crecieron con sus canciones. Con temas como Volver, Volver y El Rey, Vicente se consolidó como un símbolo de la identidad mexicana, capaz de unir a personas de distintas culturas bajo el encanto de su voz y el poder de sus letras.
Además de su música, el “Charro de Huentitán” será recordado por su amor incondicional hacia su familia y su conexión con el público. Su partida el Día de la Virgen de Guadalupe, una fecha de gran significado religioso en México y para la Dinastía Fernández pues Don Vicente era fiel guadalupano, por lo que su partida en este día ha sido interpretada por muchos como un acto simbólico que refuerza su vínculo eterno con la Morenita del Tepeyac.
A pesar de su partida, el “Charro de Huentitán” seguirá vivo en cada rincón donde su música sea escuchada. Vicente Fernández no solo se despidió un día especial para los mexicanos, sino que dejó un mensaje claro: su legado será eterno, como las estrellas que iluminan el cielo mexicano. Cabe señalar que a finales del mes de noviembre salió a la luz un disco inédito en el que el Charro canta por primera vez con banda sinaloense, éxitos como: Mi gusto es, El Sinaloense, Por una mujer casada, entre muchas más.