Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una fecha dedicada a crear conciencia sobre un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Cada año, cerca de 703 mil personas se quitan la vida en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En México, las muertes por suicidios han aumentado. En 2017, la tasa era de 5.3 por cada 100 mil habitantes (6 mil 494); para 2022 fue de 6.3 (8 mil 123). Esto equivale a mil 629 suicidios más en cinco años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI).
Esta jornada busca sensibilizar a la población sobre la importancia de hablar abiertamente del tema y proporcionar apoyo a quienes lo necesitan.
Las campañas en torno a esta fecha se enfocan en reducir el estigma asociado con el suicidio y los trastornos mentales, fomentar el diálogo y recordar que siempre es posible pedir ayuda, ya que la prevención es clave para salvar vidas.
¿Por qué se conmemora en esta fecha?
Es importante romper los prejuicios en torno a este tema, pues es una herramienta fundamental para prevenirlo (Getty)
Esta día fue establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalado por la OMS con el objetivo de que las naciones del mundo implementen y promuevan acciones para la prevención del suicidio.
El Comité Ejecutivo de la IASP está compuesto por destacados expertos con perfiles variados y una extensa trayectoria en la investigación y prevención del suicidio.
La mayoría son profesores y profesoras de institutos de varias partes del mundo que han realizado estudios al respecto en varias universidades, como la Universidad de Glasgow, Universidad Médica de Viena, Universidad Nacional de Malasia, Instituto Danés de Investigación para la Prevención del Suicidio y la Universiad Sapienza de Roma.
El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, “Cambiar la narrativa”, busca eliminar barreras como el estigma, aumentar la conciencia y fomentar una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio. Cada persona, comunidad, organización y gobierno tiene un rol clave en transformar la forma en que se habla sobre el suicidio, de acuerdo con la página oficial de la OMS.
Existen muchos mitos sobre el suicidio que dificultan su comprensión y prevención de acuerdo con el Cuadernillo Báscio para la prevención del suicidio del Programa Nacional para la Prevención el Suicidio (PRONAPS) realizado por varias instiruciones gubernamentales de México.
Uno de ellos es la creencia de que hablar sobre el tema puede incitar a alguien a quitarse la vida, cuando en realidad sucede lo contrario. Los prejuicios alrededor del suicidio hacen que muchas personas que lo consideran no se sientan cómodas compartiéndolo.
“Está demostrado que hablar sobre el suicidio, en vez de incitar, provocar o introducir en su cabeza esa idea, reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos”, menciona el cuadernillo.
Otro mito es que el suicidio es hereditario y, por lo tanto, no se puede prevenir. Aunque los problemas de salud mental pueden aumentar el riesgo, no son la causa directa, ya que el suicidio es un fenómeno multifactorial.
Las causas más comunes incluyen el deseo de escapar de un sufrimiento insoportable, la desesperanza que impide ver un futuro positivo, o una pérdida afectiva significativa. Es importante no etiquetar a alguien como “suicida”, ya que esto refuerza el estigma. En cambio, se debe hablar de “personas con riesgo de suicidio”.
Otro error es creer que quienes intentan suicidarse solo están buscando atención. “Las personas con comportamientos de riesgo suicida sienten un fuerte malestar emocional y es un grave error minimizarlo, pues con ello se puede incrementar el riesgo”, menciona PRONAPS. En estos casos, el acceso a apoyo emocional oportuno puede ser crucial para prevenir el suicidio.
Además, se piensa que la mayoría de los suicidios ocurren sin señales previas, cuando en realidad el 80% de las personas que se suicidan han mostrado signos de advertencia verbal o conductual. Es por eso que es vital aprender a reconocer estos signos.
Finalmente, otro mito es que sólo las personas mayores se suicidan, cuando en realidad se han reportado suicidios en todas las etapas de la vida, incluidos niños y adolescentes. Estos mitos dificultan la prevención y comprensión del suicidio, por lo que es fundamental abordarlos con información precisa y empática.
Cómo prevenir el suicidio
Si identificamos que una persona puede estar en riesgo, es de suma importancia escucharla, no dejarla sola y ayudarla a buscar ayuda profesional (Nurture Science Program)
El cuadernillo de PRONAPS proporciona una guía para quienes atraviesan situaciones difíciles o de emergencia, en las que parece no haber salida, apoyo o fin a los problemas. Es común sentir que pedir ayuda puede ser complicado o que la confianza para hacerlo es limitada.
- Reconoce tus emociones: Acepta que estás enfrentando un momento complicado. Es normal sentirte así y no deberías juzgarte por ello. Recuerda que está bien buscar ayuda y que este estado emocional es temporal.
- Identifica tu red de apoyo: Piensa en las personas de confianza, ya sean amigos, familiares, compañeros de trabajo o escuela. Reconoce quiénes podrían estar dispuestos a escucharte y brindarte su apoyo.
- Elige el momento adecuado: Encuentra un espacio tranquilo y privado para compartir tus sentimientos, ya sea en persona, por teléfono o incluso mediante un mensaje si eso te resulta más cómodo.
- Sé sincero(a) y claro(a): Expresa honestamente cómo te sientes. Habla de manera directa para que la persona comprenda tu situación emocional.
- Usa declaraciones en primera persona: Al expresar tus emociones, utiliza frases como “Yo me siento…” en lugar de culpar o señalar a los demás, para evitar malentendidos y generar empatía.
- Busca soluciones juntos(as): Al compartir tus sentimientos, podrían surgir ideas sobre cómo manejar la situación. Exploren juntos opciones y posibles soluciones.
- Consulta a un profesional: Si necesitas más apoyo, considera buscar ayuda de un profesional en salud mental, quienes tienen las herramientas y estrategias necesarias para afrontar estas situaciones.
- Ten paciencia contigo mismo(a): Pedir ayuda es un proceso que puede tomar tiempo. Si no te sientes preparado(a) para hablar, está bien. Avanza a tu propio ritmo y busca apoyo cuando estés listo(a).
- Reconoce tu valentía: El simple acto de pedir ayuda es un signo de valentía y cuidado personal. Cada paso que des en la búsqueda de apoyo es un paso hacia la recuperación y la fortaleza.
Señales de alerta
Si una persona cercana a nosotros muestra alguna de estas señales es necesario buscar ayuda profesional de inmediato y no dejarla sola (Imagen Ilustrativa Infobae)
La Organización Panamericana de la Salud define los factores de riesgo como señales que indican que una persona puede estar en mayor riesgo de suicidio, aunque no necesariamente reflejan un peligro inmediato.
Por otro lado, las señales de alerta son comportamientos o acciones que sugieren un riesgo inminente de autolesión o suicidio. Estos comportamientos suelen aparecer de manera repentina y representan un cambio notable en la rutina o vida cotidiana de la persona:
- Amenazar con lastimarse o quitarse la vida.
- Buscar métodos para suicidarse o hablar de un plan de suicidio.
- Hablar o escribir sobre la muerte, especialmente si antes no lo hacía.
- Expresar sentimientos de desesperanza.
- Mostrar enojo, rabia o deseos de venganza.
- Participar en conductas de alto riesgo o irresponsables.
- Sentirse atrapado o sin salida.
- Aumentar el consumo de alcohol u otras drogas.
- Aislarse de amigos, familiares o su entorno.
- Mostrarse ansioso o agitado.
PRONAMPS sugiere tres pasos clave cuando se detectan estas señales de alerta:
- Escuchar sin juzgar: Si la persona expresa pensamientos de suicidio, quiere desaparecer, se despide de los demás o regala sus pertenencias, no ignores estas señales. Es fundamental escuchar sin críticas.
- No dejar a la persona sola: Si detectas señales de alerta, trata de acompañarla y hablar de temas que le interesen. Mantente presente y cercano.
- Buscar ayuda profesional: Juntos, busquen el apoyo de un profesional para recibir la orientación y tratamiento adecuado.
¿Dónde puedo recibir ayuda gratuita si vivo en México?
- Línea de la Vida: 800 911 2000
- Contacto Joven (Instituto Mexicano de la Juventud): 55 7900 9669. Solo envía la palabra “contacto” para recibir acompañamiento psicoemocional gratuito por parte de otra persona joven.
- Línea de Atención Psicológica (Call Center especializado en Salud Mental): 55 5025 0855
- Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México: Ofrecen primeros auxilios psicológicos 24/7. Línea de Seguridad: 55 5533 5533
- Locatel: Consejería psicológica para el bienestar mental. Teléfono: 5556 581111