En el día 90 de la campaña presidencial, la candidata opositora Xóchitl Gálvez concluyó sus actividades proselitistas en la misma humilde casa de la que salió hace 44 años para estudiar en la Ciudad de México y perseguir sus sueños.
La candidata presidencial opositora llegó a su pueblo natal al filo de las 11 de la noche, solo una hora antes de la entrada en vigor de la veda electoral que obliga a candidatos, partidos y actores políticos a dejar de hacer proselitismo.
Afuera del viejo inmueble que habitó de niña y adolescente, Xóchitl Gálvez era esperada por familiares, amigos, paisanos y simpatizantes, que la recibieron de manera cálida, como una hija distinguida de esta comunidad.
“Quise finalizar mi campaña donde inició todo”, dijo emocionada la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México al comenzar su mensaje en lo que fue denominado “Encuentro ciudadano” de cierre de campaña y que se convirtió en toda una fiesta del pueblo.
En un improvisado escenario, en el exterior de la que fuera la casa de sus abuelos maternos, María López y Gabriel Ruiz, la candidata presidencial recordó su infancia y su juventud y señaló que nunca se imaginó llegar hasta donde lo ha hecho, a pesar de todos los obstáculos que ha tenido.
Xóchitl Gálvez destacó que su idea de visitar a su familia de Tepatepec en estos momentos cruciales fue para participar en una ceremonia “más espiritual, más conectando con mis raíces, conectando con mi esencia, con mis creencias, de donde vengo, la cultura a la que pertenezco”.
“Vamos a ganar queridas y queridos paisanos porque enfrente tenemos un falso ídolo con pies de barro que se cree invencible, pero como todos los falsos ídolos está condenado a caer y el domingo ese falso ídolo con pies de barro va a caer”, expresó Gálvez.