Inversiones de más de seis mil millones de dólares al año se requieren para aumentar los niveles de generación eléctrica y evitar apagones derivados de alertas o emergencias en el Sistema Interconectado Nacional, como los que se han vivido en los últimos días.
Así lo consideran expertos en la materia, quienes llaman a destinar recursos al sector eléctrico, principalmente en temas como tecnologías renovables, ampliar las redes de transmisión y distribución, así como dar mantenimiento a las plantas ya existentes, a fin de evitar el riesgo de colapso en los sistemas ante el aumento en la demanda.
Para Guillermo García Alcocer, expresidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), es urgente que el gobierno federal trabaje en conjunto con la inversión privada para que el margen entre la generación eléctrica y la demanda pase de 6% a un 15%, como mínimo.
En tanto, Víctor Ramírez Cabrera, vocero de la Plataforma México Clima y Energía, consideró que uno de los factores que provocaron el rezago del sector eléctrico nacional fue la cancelación de las subastas eléctricas en 2019, por parte de la Secretaría de Energía (Sener).
De acuerdo con el especialista, aunque se hagan las cosas muy bien en este rubro, aún quedan tres años más de apagones, pues será hasta 2028 “cuando podremos darle vuelta a la página”.
PARA EVITAR APAGONES URGE MAYOR INVERSIÓN
El sector eléctrico de México requiere de inversiones de más de seis mil millones de dólares al año para aumentar los niveles de generación, principalmente de tecnologías renovables, ampliar las redes de transmisión y distribución, así como dar mantenimiento a las plantas ya existentes a fin de evitar el riesgo de colapso en los sistemas.
Expertos aseguraron que la demanda eléctrica ha aumentado de manera importante, debido al desarrollo de la industria, sobre todo por el fenómeno del nearshoring y las fuertes olas de calor en todo el país, entre otros factores. Sin embargo, el rezago actual del sector y la falta de inversiones ha provocado que la generación no sea suficiente, obligando al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) a declarar alertas o emergencias en el Sistema Interconectado Nacional que han derivado en apagones en casi todo el país.
En entrevista, Guillermo García Alcocer, expresidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), aseguró que es urgente que el gobierno federal, en conjunto con la Comisión Federal de Electricidad y la iniciativa privada, trabajen en conjunto para aumentar el margen entre la generación y la demanda, es decir, que esta pase de 6.0% a un 15% como mínimo.
Para lograr este objetivo primero se deben definir las necesidades actuales y futuras del país en materia de energía, principalmente renovable.
Dijo que actualmente la CFE invierte cerca de 700 millones de dólares anuales en el desarrollo de proyectos prioritarios, recursos que son insuficientes, y a los cuales se suma el bloqueo casi total a los proyectos de la iniciativa privada.
Sin embargo, para evitar el colapso del sistema es necesario flexibilizar las políticas actuales y trabajar en conjunto, a fin de que se puedan ejercer inversiones totales por más de seis mil millones de dólares cada año.
Víctor Ramírez Cabrera, vocero de la Plataforma México Clima y Energía, dijo a Excélsior que la cancelación de las subastas eléctricas en 2019, por parte de la Secretaría de Energía (Sener), fue una acción contraria a lo que dicta la ley, siendo este uno de los factores que también provocó el rezago del sector eléctrico nacional.
Debido a esto, ambos expertos mencionaron las acciones que consideran más urgentes, así como las que se deben llevar a cabo en el mediano y largo plazo para fortalecer al sector y evitar el colapso del sistema y con ello apagones masivos.
Aunque Ramírez Cabrera considera que por el momento “no vamos a solucionar esto, aunque hagamos las cosas muy bien, antes de 2027, cuando seguiremos viendo apagones, tal vez menos, pero será hasta 2028 cuando podremos darle vuelta a la página”, es decir, serán tres años más de apagones.
LO MÁS URGENTE
Los expertos coincidieron en que es urgente que se conecten los proyectos de energía solar y eólica (propiedad de empresas privadas) que ya están construidos y listos para operar, los cuales, por las políticas de esta administración, se encuentran en pausa.
Dichos complejos podrían incorporar más de mil 500 megawatts de energía, y aunque esto no es una solución, sí ayudarían a evitar mayores afectaciones.
Por otro lado, debe buscarse un acuerdo con empresas que por su naturaleza puedan parar su producción, sin ninguna afectación, principalmente en horario pico, a fin de reducir la demanda.
Como parte de esto, es necesario definir el tipo de energía que va a requerir México, buscar la diversificación de la matriz energética, y a partir de ahí crear esquemas para avanzar en conjunto con la iniciativa privada.
PROYECTOS
Hasta el año pasado, la CFE aseguró que estaba ejerciendo inversiones por más de nueve mil millones de dólares para el desarrollo de 16 nuevas centrales de generación (de las cuales 10 son de ciclo o minado) con capacidad para incorporar hasta nueve mil 100 megawatts, y aunque se esperaba que algunas fueran terminadas antes del cierre de este sexenio, el nivel de avance podría no permitirlo.
Es por ello que, como parte de las acciones de mediano plazo, es necesario acelerar estos proyectos a fin de incorporarlos de manera paulatina.
Sin embargo, Ramírez dice que, para poder arrancar su operación, aún están pendientes los proyectos que van a garantizar el abasto de gas natural. En este lapso, se deben llevar a cabo las inversiones necesarias en transmisión y distribución para garantizar el abasto, sin estrés.
VISIÓN A FUTURO
En el largo plazo impulsar los grandes proyectos de energía solar, eólica y geotermia, entre otros, además de buscar esquemas de financiamiento atractivos y sobre todo rescatar las asociaciones público-privadas y fortalecer las redes de distribución.
De no cumplir con estos puntos, es posible que México deje de aprovechar todas las oportunidades del nearshoring ante la falta de certeza, así como el constante riesgo de colapso de los sistemas.