La inteligencia artificial está avanzando aceleradamente y ya superó a los humanos en varias tareas, lo que genera tanto una gran oportunidad para incrementar la productividad, como nerviosismo por el impacto que esta tecnología tendrá en el futuro.
De acuerdo con el Informe del Índice de Inteligencia Artificial 2024, realizado por la Universidad de Stanford, los mejores sistemas de inteligencia artificial del mundo eran incapaces de clasificar objetos en imágenes a nivel humano hace una década, tenían problemas con la comprensión del lenguaje y no podían resolver problemas matemáticos.
Hoy en día, los sistemas de inteligencia artificial superan habitualmente el desempeño humano en los puntos de referencia estándar”, coincidieron los codirectores del informe, Ray Perrault y Jack Clark.
Lo anterior se debe a que el progreso de esta tecnología se aceleró durante 2023, siendo un ejemplo los sistemas de última generación como GPT-4, Gemini y Claude, que pueden generar texto fluido en docenas de idiomas, procesar audio e incluso explicar memes.
Derivado de lo anterior, varios sistemas han logrado superar el desempeño humano en puntos de referencia clave como razonamiento visual, clasificación de imágenes y la comprensión del inglés.
Afortunadamente, todavía está por detrás del humano en tareas complejas como las matemáticas a nivel de competencia, la planificación y el razonamiento visual de sentido común.
No puede abordar de forma fiable hechos, realizar razonamientos complejos ni explicar sus conclusiones”, reiteraron los expertos.
El informe también encontró que el país que lidera el desarrollo de esta tecnología es Estados Unidos con cerca de 61 modelos generados sólo durante 2023, seguido por la región europea con 21 y China con 15.
Lo anterior, en cierto modo, explica la “falta significativa de estandarización” en esta tecnología, lo que complica los esfuerzos para comparar sistemáticamente los riesgos y limitaciones de los modelos de inteligencia artificial.
A lo que se añade que, de acuerdo con el estudio, los costos para desarrollar modelos de última generación están alcanzando niveles “sin precedentes”. Por ejemplo, se estima que OpenAI gastó 79 millones de dólares en computación para entrenar a GPT-4, mientras que Google tuvo que desembolsar cerca de 191 millones de dólares para Gemini Ultra.
EL IMPACTO
La inteligencia artificial está teniendo un impacto en la productividad y el empleo, lo que genera tanto perspectivas positivas, como preocupaciones.
Esto porque hay varios estudios que muestran que esta tecnología ayuda a los trabajadores a completar tareas más rápido, mejorar la calidad de la producción e incluso puede ayudar a cerrar la brecha de habilidades entre los empleados.
Sin embargo, también se ha encontrado que el uso de la inteligencia artificial sin una supervisión adecuada puede reducir el rendimiento.
De hecho, tanto las personas como los gobiernos temen que esta tecnología sea mal usada o tenga impactos negativos. Muestra de ello es que, en una encuesta de Ipsos, 52% de los sondeados expresó nerviosismo hacia los productos y servicios de inteligencia artificial.
Mientras que los gobiernos están analizando cómo normar la inteligencia artificial, al cierre de 2023 había 25 regulaciones relacionadas con esta tecnología en el mundo.
Los gobiernos están tratando de gestionar las posibles desventajas, como los impactos en el empleo, las preocupaciones sobre la privacidad, la desinformación y los derechos de propiedad intelectual”, resaltó el informe.