El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó hoy, 5 de abril de 2022, a los militares rusos de cometer las peores atrocidades desde la Segunda Guerra Mundial y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que las tropas del Kremlin sean juzgadas inmediatamente por crímenes de guerra.
El presidente de Ucrania hizo su petición a través de teleconferencia mientras continuaban surgiendo pruebas espeluznantes de las masacres de civiles llevadas a cabo por las fuerzas rusas en las afueras de Kiev, la capital, antes de que se retiraran.
Las imágenes, en particular de la ciudad de Bucha, han provocado repulsión mundial y han dado lugar a demandas de sanciones más duras y cargos por crímenes de guerra.
En su primera aparición ante el máximo organismo de la ONU, Zelenski afirmó que las tropas rusas no son diferentes de grupos terroristas como el Estado Islámico. Mostró al consejo un video breve de cadáveres ensangrentados que terminó con las palabras “Alto a la agresión rusa”.
Recalcó que Bucha era solo un lugar de Ucrania y que hay más con horrores similares. Pidió la creación de un tribunal similar al que se estableció en Nuremberg para juzgar a los criminales de guerra después de la Segunda Guerra Mundial.
Las escenas espeluznantes de cuerpos maltratados y quemados y las pruebas de quienes murieron estaban atados o recibieron disparos en la cabeza han llevado a varias naciones occidentales a expulsar a decenas más de diplomáticos de Moscú y proponer más sanciones, incluida la prohibición de las importaciones de carbón de Rusia.
En tanto, naciones occidentales siguen expulsando decenas más de diplomáticos rusos y sopesaban nuevas sanciones al tiempo que expresaron su disgusto por lo que consideran crímenes de guerra.
Periodistas de The Associated Press en Bucha contaron decenas de cuerpos con ropas civiles y aparentemente sin armas, muchos de los cuales habían recibido disparos a quemarropa, y algunos con las manos atadas o la piel quemada.
Rusia ha rechazado las acusaciones y descrito las imágenes registradas a las afueras de Kiev como una “provocación antirrusa escenificada”.
Imágenes por satélite de alta resolución tomadas por la firma comercial Maxar Technologies mostraban que muchos de los cuerpos llevaban semanas al aire libre, cuando las fuerzas rusas estaban en Bucha. The New York Times reportó primero sobre las imágenes de satélite que mostraban a los muertos.
Mientras líderes occidentales condenaban las muertes en Bucha, Alemania, Francia, Italia, España y Dinamarca expulsaron a decenas de diplomáticos rusos el lunes y el martes y los describieron como espías. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que el presidente ruso Vladimir Putin debía ser juzgado por crímenes de guerra.
En otra muestra de apoyo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tenía previsto viajar a Kiev para reunirse con Zelenski esta semana.
El bloque de 27 países ha apoyado a Ucrania desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero, y ya ha impuesto cuatro rondas de sanciones. Esta semana se consideraría otra remesa de sanciones.
Sin embargo, los países occidentales están divididos sobre hasta qué punto llevar su apoyo. Algunos han pedido boicotear las importaciones rusas de gas y petróleo, mientras Alemania y otros temen que eso suma al continente en una grave crisis económica. Y miembros de la OTAN se han negado a entregar parte del material militar que ha pedido Zelenski, como cazas.
Se cree que las armas y el equipamiento que han proporcionado ayudó a Ucrania a plantar una resistencia mayor a la esperada ante la superioridad de fuego rusa.
Esa resistencia impidió que las fuerzas rusas tomaran la capital, y ahora sus tropas se están retirando de zonas en torno a Kiev. Unos dos tercios de las tropas rusas que estaban cerca de la capital se han marchado a Bielorrusia o van de camino allí, según un funcionario estadounidense de defensa que habló bajo condición de anonimato para comentar análisis militares.
Era probable que esas tropas recibieran más suministros y refuerzos, señaló. Otros funcionarios occidentales y ucranianos han advertido que muchas unidades podrían simplemente estar reagrupándose. Algunas ya se están desplegando en el este, donde separatistas con apoyo ruso combaten contra fuerzas ucranianas en la región industrial de Donbás desde 2014.
El Ejército ruso centra sus esfuerzos en tomar las ciudades de Popasna y Rubizhne en las regiones de Donetsk y Luhansk, además del puerto de Mariúpol en el Mar de Azov, dijo el Estado Mayor ucraniano en su página de Facebook. Moscú reconoce Donestk y Luhansk, controladas por separatistas, como estados independientes. En el este, las tropas rusas siguen bloqueando la segunda ciudad más grande del país, Járkiv, agregó el ejército.
La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, dijo que el martes se abrirían siete corredores humanitarios, lo que incluía la asediada Mariúpol, de donde 1.500 civiles pudieron huir el lunes en vehículos privados, y Berdyansk, bajo control ruso.
Pero en un primer momento no estaba claro si Rusia había aceptado detener los ataques en esos corredores. Intentos anteriores de llevar a civiles a zonas seguras por corredores humanitarios han fracasado debido a los combates.
Un equipo internacional de Cruz Roja renunció a entrar en Mariúpol al menos por el martes, tras varios días tratando de entregar ayuda a la ciudad cercada y ayudar a escolar a civiles fuera del puerto estratégico.