Como diría el buen Millhouse: “ya no hay buenos días, Bart, solo días”. Y es que tenemos noticias bastante tristes para quienes aman a los doggos, pues lamentablemente se confirmó la muerte a los 31 años de Bobi, el perrito que tenía el título del más viejo de la historia (avalado por el Récord Guinness y toda la cosa).
De acuerdo con la BBC, el fallecimiento de este peludo lo confirmó la doctora Karen Becker, la veterinaria que atendió al lomito durante gran parte de su vida, quien mencionó lo siguiente: “A pesar de haber sobrevivido a todos los perros de la historia, sus 11 mil 478 días en la tierra nunca serían suficientes para quienes lo amaban”.
Bobi se convirtió en el perrito más viejo de todos los tiempos
En febrero de 2023, Bobi se convirtió en el perro vivo más viejo del mundo y el doggo más viejo de la historia. Este animalito originario de Portugal rompió un récord de casi un siglo, pues el anterior peludo en tener su título fue Bluey de Australia, quien murió en 1939 a la edad de 29 años y cinco meses.
La gran vejez de Bobi fue validada por la base de datos sobre mascotas del gobierno portugués, gestionada por la Unión Nacional de Veterinarios. El lomito vivió toda su vida junto a los Costa, originaria del pueblo de Conqueiros, aunque los niños de la familia tuvieron que ocultarlo para que no lo sacrificaran, pues ya tenían muchos animales.
Leonel Costa –que en el momento del nacimiento de Bobi tenía ocho años–, declaró que tanto él como su hermanos mantuvieron en secreto la existencia del perro para sus padres hasta que finalmente lo descubrieron y se convirtió en parte de la familia, quienes lo alimentaron con la misma comida que ellos.
Más allá de un susto en 2018 –cuando lo hospitalizaron después de un colapso repentino debido a dificultad para respirar– Costa dijo que Bobi había disfrutado de una vida relativamente libre de problemas y pensaba que el secreto de su longevidad era el “ambiente tranquilo y pacífico” en el que vivía.
Sin embargo, había experimentado problemas para caminar y su vista emperoró antes de su muerte. Bobi no fue el único perro de los Costa que vivió una larga vida. La madre de este peludo vivió hasta los 18 años, mientras que otro de los perros de la familia murió a los 22 años.