“La pesadilla finalmente terminó”, dijo la fiscal del condado de Chester, Pennsylvania, Deb Ryan, al anunciar la captura de Danelo Cavalcante, el asesino brasileño que se fugó de una prisión en Estados Unidos y por dos semanas mantuvo aterrorizada a la población.
Su fuga, como su captura, fueron como de película. Cavalcante, de 34 años y nacido en Brasil, se escapó el 31 de agosto de la prisión del condado de Chester en Pocopson Township, en el sureste de Pennsylvania.
Ahí estaba a la espera de ser trasladado a una cárcel estatal tras ser condenado el pasado 22 de agosto por matar a su novia después de que ella descubriera que lo buscaban por un caso de homicidio en Brasil que se remonta a 2017.
Su fuga quedó registrado en el video de seguridad de la prisión que mostró cómo el brasileño trepó por la pared, al más puro estilo del Hombre Araña.
La búsqueda del brasileño se había convertido en un dolor de cabeza para los centenares de policías del estado movilizados para buscar al prófugo, con el apoyo del FBI y los US Marshals, especializados en la búsqueda de fugitivos.
Los lugareños estaban aterrorizados por la presencia de Cavalcante, descrito como “sumamente peligroso”. Se suspendieron clases y se pidió a la gente evitar salir, después de revelarse que el hombre había robado un rifle, por lo que se encontraba armado.
En directo por la televisión local desde la ciudad de Chester, imágenes tomadas desde un helicóptero o desde drones mostraron a Cavalcante salir esposado de una furgoneta negra blindada antes de que decenas de hombres armados se lo llevaran.
¿Cómo lo atraparon?
El fugitivo fue sorprendido por la policía cuando lo rodeaba en una zona boscosa a eso de las 8 de la mañana, informó la Policía en conferencia de prensa.
Helicópteros dotados de tecnología de señales térmicas lo habían detectado la madrugada del miércoles, pero tuvieron que retirarse debido a las tormentas eléctricas en la zona.
Calvalcante no estaba dormido, sino “inconsciente”, según la policía, y trató de arrastrarse por la maleza cuando se dio cuenta de que lo habían encontrado.
Finalmente fue “sometido” tras ser mordido por uno de los perros que estaban dedicados a buscarlo, aunque no se precisó dónde. Las imágenes de su detención muestran su rostro y su buzo de los Eagles, el equipo de futbol americano de Filadelfia, ensangrentados.
En directo por la televisión local desde la ciudad de Chester, imágenes tomadas desde un helicóptero o desde drones mostraron a Cavalcante salir esposado de una furgoneta negra blindada antes de que decenas de hombres armados se lo llevaran.
Estos últimos, equipados como soldados, fueron fotografiados y filmados con el fugitivo vestido con una remera gris.
“Su formación fue su sufrimiento”
La madre de Cavalcante, que vive en una zona rural de Brasil, dijo al New York Times que no le sorprendía que fuera capaz de escabullirse de las autoridades, como hizo en Brasil tras presuntamente matar a un hombre.
“Su formación fue su sufrimiento”, declaró Iracema Cavalcante al periódico, relatando la educación rural y pobre de su hijo.
También se mostró desesperada ante la posibilidad de que se enfrentara a una cadena perpetua en Estados Unidos, al asegurar que “es mejor morir pronto“.
El domingo, la policía anunció que el fugitivo había cambiado de aspecto: se había afeitado la barba y el bigote con los que aparecía en la foto de búsqueda difundida inicialmente.
Cavalcante había robado una camioneta blanca que fue encontrada el domingo, aparentemente porque se le acabó el combustible.
Según la policía, pidió ayuda a dos conocidos que avisaron a las autoridades. Su hermana, en situación irregular en el país, fue detenida.
El brasileño huyó de su país hacia Puerto Rico, donde obtuvo documentos falsos con los que logró viajar al noreste de Estados Unidos, según el diario Philadelphia Inquirer.
