La captura de la pequeña localidad de Kreminna puede anunciar el inicio de la anticipada gran ofensiva rusa en el Donbás, en el este de Ucrania, con los combates arreciando en la cercana ciudad de Rubizhne.
Moscú ha reorientado su campaña a esta cuenca minera del este de Ucrania, nuevo epicentro del conflicto tras el repliegue de las fuerzas rusas del norte y de los alrededores de Kiev.
La ciudad de Kreminna se encuentra a orillas del río Donets, cuyo flujo discurre hacia Rubizhne, Severodonetsk y Lysychansk, ubicadas en la línea del frente y blanco de fuertes bombardeos de ambos bandos.
Rubizhne, con más de 60,000 residentes antes de la guerra, recibía el lunes intenso fuego de artillería y de morteros de las fuerzas ucranianas en la zona, particularmente desde la cercana localidad de Novodruzhesk.
Las potentes explosiones se podían ver y escuchar desde un vertedero próximo a esta ciudad minera, de la que emanaban columnas de humo blanco y negro.
Esporádicamente también se podían escuchar disparos de ametralladoras.
“Ahora podemos decir que las tropas rusas han comenzado la batalla por el Donbás, para la que se estuvieron preparando durante mucho tiempo”, dijo el presidente ucraniano Volodímir Zelenski el lunes por la noche.
Con apenas 18,000 habitantes antes del conflicto, Kreminna fue tomada por las fuerzas rusas en la noche del domingo al lunes después de tres días de combates.
Esto deja al ejército del Kremlin a apenas 50 km al noreste de Kramatorsk, la capital de facto de la zona del Donbás controlada por Kiev y objetivo clave de Moscú.
Esta cuenca minera del este de Ucrania, donde se ubican las regiones de Lugansk y Donetsk, estaba parcialmente controlada por separatistas prorrusos desde 2014, cuando comenzó una guerra entre estos rebeldes y el gobierno de Kiev.
“Los combates duraron tres días y Rusia utilizó un gran número de vehículos armados para atacar la ciudad”, dijo el responsable de la administración militar de Kreminna, Oleksandr Dunets, a Radio Donbás.
“Los combates siguen en las afueras”, añadió.
“Nuestros defensores se replegaron a nuevas posiciones”, dijo por su parte el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, acusando a las fuerzas rusas de matar a cuatro civiles que intentaban huir con su coche de esa pequeña ciudad.
Unos 15 kilómetros al este de Rubizhne, los rusos pasaron la noche atacando las posiciones ucranianas en un bosque que rodea la pequeña ciudad de Yampil.
Por la mañana, decenas de residentes fueron evacuados en autobús o en sus coches particulares.
Ucrania ha reforzado sus defensas en los últimos días. En Yampil y en la cercana ciudad de Limán, los periodistas de la AFP vieron numerosos vehículos de infantería, de transporte de tropas y remolques de artillería.
Los puntos de control en las carreteras se reforzaron camino a Kramatorsk, con bloques de hormigón y montones de tierra.
Con información de AFP.