El calentamiento global alcanzará los 1.5°C en febrero de 2035, según la “calculadora” del Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus. Carlo Buontempo, director del C3S, ha advertido de que todo apunta a que en 2023 se mantendrán las altas temperaturas.
El grupo de expertos climáticos de la ONU pide limitar el calentamiento global a 1.5°C a lo largo del siglo respecto los niveles preindustriales. Y evitar así consecuencias irreparables del cambio climático, como, por ejemplo, la desaparición de islas o zonas costeras bajo el mar.
Este límite llegó después del Acuerdo de París (2015). Los firmantes se comprometieron a actuar para mantener el aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra.
En 2022, la media se situó 0.3°C por encima de la del periodo 1991-2020 y superó en 1.2° a la de 1850-1900 (preindustrial). Así, por octavo año consecutivo, se superó en 1°C la media preindustrial. Revelan que fue el segundo año más cálido en Europa y el quinto a nivel global desde que existen registros.
Además, se vivió el verano más caluroso de la historia en Europa y el tercero a escala mundial, subraya Buontempo. Además, se apunta que básicamente todo el oeste europeo sufrió temperaturas extremas. Los datos confirman que, en los últimos 30 años, el Viejo Continente se está calentando a mayor velocidad que otras partes del planeta.
“Esto no era así en los 30 años anteriores -1960 a 1990-“, dice en una entrevista con EFE el experto. Atribuye el cambio a un cúmulo de factores: la falta de precipitaciones combinada con una mayor evaporación del agua por las altas temperaturas, el deshielo polar o la desaparición de glaciares y nieve en las grandes cadenas montañosas.
Con la información de Forbes