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Niña de 10 años narra el horror que sufrió al ser secuestrada junto con 17 migrantes

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Una niña migrante de 10 años de edad fue secuestrada en Tamaulipas junto con otras 17 personas, entre ellas su madre y hermanos, al momento de que acudían a una cita para pedir asilo a Estados Unidos. Los delincuentes desnudaron a las víctimas, las obligaron a entregar el dinero que tenían y terminaron matando a uno de los retenidos.

“Era uno gordo y uno flaco, el flaco se quedó y el gordo lo mataron y le mocharon los dedos y las manos”, narró la niña al diario Milenio.

Entre los secuestrados estaban sus hermanos y su madre, que desde Tijuana viajaron a esta frontera para ir al aeropuerto de Matamoros con las autoridades estadunidenses de migración, en virtud de que solicitan asilo humanitario.

Con sólo una década de vida, presenció brutales acciones de tortura.

“Le mocharon las manos, los pies, yo tenía miedo, pero se me salían las lágrimas”, platicó sobre la experiencia que atestiguó.

Y añadió:

“Vino un señor y me jaló la calceta, luego se la llevó y me dijo que me la iba a devolver, y me dio otra calceta, y se la puso a un señor en la boca, para que no gritara”.

Cada uno de los retenidos fueron desvestidos y obligados a dar todo el dinero que tuvieran. Los liberaron tras haber pagado cerca de 50 mil dólares.

Una de las víctimas detalló que uno de los secuestrados fue asesinado frente a niños por no haber podido pedir dinero de rescate.

“De hecho mataron a uno, a un muchacho, empezaron primero a extorsionarlo y dijeron que lo iban a empezar a cortar por pedacitos y después se lo iban a llevar a cocinar, así dijeron, porque su familia no había pagado, había sangre ahí, sangre, y ya después lo limpiaron todo ahí, pero enfrente de los niños hacían eso”, narró la menor sobre el homicidio.

Albert Rivera, director del albergue de migrantes “Ágape”, contó que ahora estas personas sufren trabas en sus trámites humanitarios debido a que autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) les niegan entrada al cruce fronterizo de Matamoros, a pesar de que los homólogos de Estados Unidos ya han dado su permiso.

“El supervisor de migración de Estados Unidos dijo: ‘Está bien que entren’. Pero el que no los deja entrar es migración mexicana”, dijo Rivera.