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Un extraño menú de primera clase del Titanic, que saldrá a subasta, da pistas sobre la vida en el barco

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Se espera que un extraño menú de primera clase del Titanic alcance un precio de hasta 70.000 libras esterlinas (unos US$ 86.000) cuando salga a la venta este sábado en una subasta de recuerdos relacionados con el desafortunado transatlántico.

La casa de subastas británica Henry Aldridge and Son Ltd. indicó en la descripción del lote que es probable que este menú, manchado por el agua y con algunas letras parcialmente borradas, acabara en el Atlántico Norte durante un tiempo cuando el Titanic se hundió en las primeras horas del 15 de abril de 1912.

El menú rescatado detalla la primera cena a bordo después de que el Titanic zarpara de Queenstown, Belfast, y revela la opulencia que habrían experimentado los pasajeros de primera clase.

La cena de la noche del 11 de abril incluía ostras, solomillo de ternera con crema de rábano picante y puré de chirivías, y entre los postres, Bordaloue ––un tipo de tarta–– de albaricoque y pudin Victoria.

La casa de subastas, tras consultar a museos con colecciones del Titanic y hablar con importantes coleccionistas de recuerdos, descubrió que no parece haber ningún otro ejemplo del menú de primera clase de esa noche en concreto.

Otros objetos de la subasta ofrecen un vistazo a la vida de los 2.223 pasajeros y tripulantes del Titanic, de los que sólo sobrevivieron 706.

Una manta de tartán que uno de aquellos supervivientes utilizó para mantenerse caliente en un bote salvavidas fue calificada por la casa de subastas como “uno de los objetos tridimensionales más raros que hemos visto” y se espera que se venda por hasta 100.000 libras esterlinas (US$ 123.000).

Anteriormente, la manta perteneció a Frederick Toppin, quien, en su calidad de director general adjunto en Nueva York de la empresa propietaria del Titanic, la adquirió en un muelle neoyorquino al encontrarse con los pasajeros rescatados que desembarcaban, según la casa de subastas.

Pero 1.517 de los que iban a bordo del Titanic no sobrevivieron y un reloj de bolsillo perteneciente a Sinai Kantor, un inmigrante ruso que viajaba a Estados Unidos en segunda clase, marca el momento en que entró en el agua y murió posteriormente.

La casa de subastas añadió que una hoja de papel que se utilizó para marcar los paquetes de correo señala el destino de los empleados de correos que viajaban a bordo, todos los cuales murieron al intentar transportar los sacos de correo a las cubiertas superiores del barco para intentar salvarlos de la inundación.