Se va a cumplir un año desde que la profesora Mónica Citlalli desapareciera en Ecatepec, Estado de México, de camino a su clase de inglés. Este miércoles, su pareja, Jesús Alexis ‘N’, ha sido condenado a 25 años de cárcel por su desaparición. El acusado todavía tiene pendiente el juicio por el feminicidio agravado de la maestra, de 30 años, cuyo cuerpo apareció con un fuerte golpe en la cabeza en la carretera de México a Cuernavaca en noviembre de 2022. También está imputada por presunta complicidad en ambos delitos la madre del sentenciado, María Isabel ‘N’.
El pasado 3 de noviembre fue la última vez que la familia de Mónica Citlalli la vio con vida. Ese día, la profesora acude a la casa de su novio, con quien llevaba saliendo apenas cinco meses, en la colonia Jardines de Morelos, en Ecatepec. Llega a las 16.19 horas, según una cámara de seguridad, que recoge como Jesús Alexis sale a recibirla con un abrazo. Esa es la última imagen de la maestra, quien nunca sale de la vivienda de su pareja. Mónica no llega ese día a su clase de la tarde en la academia Quick Learning y esa ausencia hace que se disparen las alarmas. La profesora nunca faltaba o llegaba tarde a su trabajo.
Además, esa tarde, alrededor de las 17.40, José Juan Díaz, el padre de la víctima, recibe unos mensajes desde el número de Citlalli: “Oye, una amiga me deja vivir en su casa de Hidalgo unos meses”, decía el WhatsApp desde el móvil de la joven. Él la llama, pero no recibe respuesta. A su familia no le cuadra ese comportamiento, por lo que avisa a la policía y al día siguiente acude a poner la denuncia por desaparición. El propio Jesús Alexis, a quien la familia no conocía hasta entonces, se presenta ese día en la vivienda de la familia para acompañarlos a presentar la denuncia. Después, se desvanece.
Durante seis días, en los que el entorno de la profesora corta varias carreteras para pedir avances, no hay noticias. Hasta el 9 de noviembre. Envuelto en cobijas y dentro de una bolsa de basura, las autoridades localizan el cuerpo de una mujer con la misma vestimenta que la que tenía Díaz cuando salió de casa aquel día. Además, coincidían el tatuaje de una flor en la mano y dos cicatrices, una en el antebrazo y otra en la pierna. Su familia la identifica rápidamente. Su cuerpo había sido abandonado entre unos arbustos a la orilla de la carreta que une Ciudad de México con Cuernavaca, en la alcaldía de Tlalpan, al sur de la capital. Los forenses identificaron un traumatismo craneoencefálico como causa de la muerte.
Desde entonces, la familia se enroca en la búsqueda de justicia. Todas las pistas apuntaban a Jesús Alexis, a quien Mónica había conocido en el gimnasio. Él era allí entrenador personal y la profesora iba los sábados a hacer ejercicio. Llevaban solo cinco meses saliendo. El 12 de noviembre, tanto Jesús Alexis como su madre fueron detenidos.
Un año más tarde se ha dado el primer paso de justicia. La Fiscalía del Estado de México ha anunciado que en los cateos a la vivienda se encontraron “indicios de índole criminalístico, así como objetos propiedad de la víctima”. Esos junto a otras pruebas “logró acreditar” la intervención de Jesús Alexis en la desaparición de la joven. Además, se le ha fijado una multa de 130.320 pesos y 39.000 pesos como reparación del daño moral. En declaraciones a Milenio, la hermana de Mónica ha apuntado que el fallo le genera “sentimientos encontrados” porque preferirían no estar “celebrando” la sentencia, sino que Mónica estuviera viva: “Nos da paz y tranquilidad saber que la voz de mi hermana no se apaga, que seguiremos luchando hasta que todo termine”. En México, el 95% de los asesinatos de mujeres no se resuelve.